21 de Marzo de 2015 : Día Mundial de la Poesía
Desde hace 16 años, la Conferencia General de la UNESCO proclamó el 21 de marzo, equinoccio de primavera, como la fecha para celebrar esa “manifestación de la diversidad en el diálogo, de la libre circulación de las ideas por medio de la palabra, de la creatividad y de la innovación. La poesía contribuye a la diversidad creativa al cuestionar de manera siempre renovada la manera en que usamos las palabras y las cosas, y nuestros modos de percibir e interpretar la realidad”
Y escrito por su autor: lo anterior lo suscribo y aprovecho con la excusa para compartir las cinco razones por las que la considero artículo de primera necesidad para mí:
1. Enciende las palabras cotidianas, las convierte en una revelación:
“Los verdaderos poemas son incendios. La poesía se propaga por todas partes, iluminando sus consumaciones con estremecimientos de placer o de agonía”. -Vicente Huidobro, “Prefacio”, Altazor (REI)
2. Reconcilia los opuestos en este mundo hiperpolarizado, que asegura que sólo existe una cosa o la otra, nunca una cosa y la otra:
“Cada imagen —o cada poema hecho de imágenes— contiene muchos significados contrarios o dispares, a los que abarca o reconcilia sin suprimirlos. Así, San Juan habla de la ‘música callada’ […] Esto es, somete a unidad la pluralidad de lo real”. -Octavio Paz, “La imagen”, El arco y la lira (FCE)
3. Evita que muera la sorpresa al mirar lo cotidiano con ojos frescos, aunque lo contemple por centésima vez:
“[El poeta] escribe poemas que son como petrificaciones de ese extrañamiento, lo que el poeta ve o siente en lugar de, o al lado de, o por debajo de, o en contra de, remitiendo este de a lo que los demás ven tal como creen que es, sin desplazamiento ni crítica interna. Dudo de que exista un solo gran poema que no haya nacido de esa extrañeza o que no la traduzca […]”. -Julio Cortázar, “Del sentimiento de no estar del todo”, La vuelta al día en ochenta mundos (Editorial RM)
4. Mantiene viva la intención de nombrar, que nos hace humanos:
“[…] poeta es aquel hombre
que, como el rojo Adán del Paraíso,
impone a cada cosa su preciso
y verdadero y no sabido nombre”
-Jorge Luis Borges, “La Luna”, El hacedor (DeBolsillo)
5. Congela el tiempo, deseo milenario que en el poema ocurre a diario:
“El deseo secreto de la poesía es detener el tiempo. El poeta quiere recuperar un rostro, un estado de ánimo, una nube en un cielo, un árbol al viento, y tomar una especie de fotografía mental de ese momento en el que como lector uno se reconoce a sí mismo. Los poemas son fotografías de otras gentes en las que nos reconocemos”. -Charles Simic, El flautista en el pozo (Cal y Arena)
Fuente: palabrasaflordepiel.com
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